Ordenando y sacando cosas de la maleta, me encontré con una insignificante hoja en la que hace un año escribí como primer destino Erasmus un "Leuven" con mala letra y sin gracia, sin tener ni idea de lo que aquella decisión iba a cambiar mi vida.
Un 23 de enero en el que casi no pude ni dormir, cogí el avión que me llevó al frio, al miedo, al nerviosismo, a mi primera búsqueda de piso, a una nueva universidad y hasta mi primera cicatríz.
Y aún así, sabiendo que tantas cosas nuevas me podían ocurrir, no cambiaría ni un solo segundo de lo que he vivido. Porque he aprendido a coger cariño a personas totalmente opuestas a mi. Porque me he dado cuenta de que existen buenas personas en todos los lugares del mundo. Porque me he reido, he llorado y gritado, sintiendo cada emoción al máximo. Porque me he dado cuenta de que es posible ser feliz con mucho menos. Y porque la felicidad te la dan las personas. Personas. Personas. Leuven no hubiera sido lo mismo sin vosotros. Los de aquí y los de allí, los que por casualidades de la vida hemos tenido la suerte de conocernos y de poder aportarnos buenísimos momentos, esos que, meses después, seremos capaces de recordar y esbozar una sonrisa al acordarnos.
Todos sabéis lo que habéis podido aportar a mi experiencia.. y cada uno con su parte, que esté orgulloso de saber que habéis participado en hacerme una mejor persona, más madura, más abierta y sobre todo, más feliz.
Por una experiencia increible..
ERASMUS LEUVEN 2013
